Aptitud física

Con la aspiración de nuestra alma y nuestra dedicación interior, podremos alcanzar la Verdad Suprema. Una vez que realizamos al Supremo, tenemos que colmar al Supremo manifestándole en la Tierra. Pero si lo físico no está en buena condición, la manifestación no puede producirse en absoluto, o sólo puede producirse en una medida muy limitada. Por ese motivo, hemos de prestar cierta atención a los deportes y el ejercicio. Hemos de mantener el cuerpo en buena condición, conforme a la necesidad de nuestro desarrollo interior. El cuerpo necesita el entrenamiento adecuado para estar en condiciones de recibir el mensaje del alma. Si el cuerpo está fuerte y sano, puede recibir sin reservas el mensaje del alma, y podemos llegar a ser un recipiente perfecto, un instrumento perfecto.

En ese momento, la aspiración del alma y la aspiración del cuerpo van juntas. Si el cuerpo está en buena forma podemos realizar bien todas nuestras actividades de la vida. Por tanto, es importante correr o hacer ejercicio físico cada día, a fin de volvernos fuertes, sanos y dinámicos. Si estamos en buena forma física, podremos mantener alejadas de nosotros las dolencias y otros visitantes no invitados.

En el pasado, la gente se interesaba por la salud del cuerpo porque sabían que teniendo un cuerpo sano podrían estar más tiempo en la tierra. Si eran personas espirituales, sentían que un cuerpo sano les permitiría continuar rezando y meditando muchos más años.

Tenemos el cuerpo y tenemos el alma. Una persona espiritual ha de dar la misma importancia a ambos. Si sólo presta atención al cuerpo, si está fisicamente fuerte pero espiritualmente muy débil, no habrá paz mental o felicidad interna para él. Por otro lado, si sólo le presta atención a la oración y la meditación y rechaza el cuerpo, este no será entonces un instrumento adecuado para manifestar a Dios. Por la mañana intentará rezarle a Dios, pero tendrá que parar porque tiene dolor de cabeza, o mal de estomago o algo así.

Si alguien no hace nada de ejercicio en absoluto, entonces el físico permanece apagado, letárgico, y resulta un verdadero estorbo para el aspirante. Si la conciencia física no aspira, permanecerá separada del alma. Entonces, puedes estar seguro de que nunca podrás alcanzar la perfección. El físico ha de aspirar a su propia manera para incrementar su capacidad a fin de poder retener la luz. Entonces lo físico contribuirá a lo espiritual y tú podrás aspirar y manifestar mucho más. Por eso, la buena forma física y la espiritualidad deben ir juntas.

¿Es el cuerpo un obstáculo en la comunicación con Dios?

Tienes toda la razón al decir que el cuerpo es un obstáculo. Es un obstáculo durante un largo tiempo, hasta que la Luz del alma sale a la superficie y se hace cargo del cuerpo.  Pero si dices que el cuerpo estará en contra del alma constantemente y eternamente, te equivocas. Al principio es absolutamente cierto que el cuerpo se opone al progreso del alma. Pero llega un momento en que el alma sale a la superficie y obliga al cuerpo a convertirse en un fiel y perfecto instrumento suyo. Esta hazaña representa la victoria de ambos, cuerpo y alma. Cuando el alma conscientemente hace sentir al cuerpo lo que debería hacer, y cuando el cuerpo tiene la voluntad de escuchar los mensajes del alma, entonces cuerpo y alma corren juntos.

¿Para qué propósito tenemos un cuerpo?

El alma, que es una parte consciente, divina, de lo Altísimo, tiene que vivir en el cuerpo físico a fin de progresar. El cuerpo es nuestra protección externa y, al mismo tiempo, nuestro instrumento para la manifestación física. Sin el cuerpo, el alma está desamparada. El alma necesita del cuerpo para manifestar la Verdad interna, la Verdad divina. El cuerpo necesita del alma para realizar la Verdad más elevada.
Cuando una persona empieza a aspirar conscientemente, poco a poco todo su ser empieza a aspirar. Su alma aspira, su corazón aspira, su mente aspira, su vital aspira y finalmente su cuerpo aspira. Cuando lo físico en el aspirante comienza a estar unido con la inspiración y la aspiración del alma, la Luz de lo Altísimo puede hallar en él un receptáculo adecuado.

¿Cuál es la importancia de la buena forma física?

El cuerpo necesita un entrenamiento adecuado de manera que esté preparado para recibir el mensaje del alma. Si el cuerpo está fuerte y sano, puede recibir el mensaje del alma sin reservas, y podemos volvernos un receptáculo perfecto, un instrumento perfecto. En ese momento la aspiración del alma y la aspiración del cuerpo van juntas.
Así que, por favor, haced ejercicio asiduamente. Vuestro cuerpo fuerte, algún día será necesario para la manifestación de lo Altísimo. Cuanto más alto, cuanto más profundo vas, más necesidad tendrás de revelar y manifestar tu divinidad interior; y para esa manifestación, la buena aptitud física es de enorme importancia.

Nuestro objetivo no es llegar a ser el mejor atleta del mundo. Nuestro objetivo es mantener el cuerpo en buena forma, para desarrollar dinamismo y dar alegría inocente a nuestro vital. En los deportes competitivos, nuestro objetivo primordial no debería ser superar a los demás, sino superarnos a nosotros mismos constantemente. En la vida externa, cuando corremos con nuestros amigos, estamos viendo de hecho quien es el mejor. Y no podemos evaluar adecuadamente nuestra propia capacidad a menos que tengamos algún modelo de comparación. Pero no competimos por la causa de derrotar a los demás, sino con objeto de hacer aflorar nuestra propia capacidad.
Nuestra mejor capacidad sale al frente sólo cuando hay otras personas alrededor. Estas nos inspiran a sacar nuestra máxima capacidad, y nosotros les inspiramos para que saquen su máxima capacidad. Por esta razón tenemos deportes competitivos.