El Cuerpo

Oh cuerpo mío, eres un regalo del Supremo. Potencial inagotable posees en tu interior. Malentenderte significa malentender al instrumento elegido por Dios.

Tú no quieres, no debes, ni puedes, conquistar lo largo y ancho del mundo con tu fuerza física. Ofrece tu corazón creciente a los corazones lejanos y cercanos. Ofrece tu alma radiante a las almas a tu alrededor, arriba y abajo. Sólo así devienes el conquistador y poseedor del universo entero de Dios.

Oh cuerpo mío, invoca siempre a tu alma para que te guíe. ¡Invócala! Nunca te azotará la monotonía de una vida pobre en acontecimientos. Con la velocidad del rayo, tuya será la marcha incesante... arriba, hacia lo más Alto, adentro, hacia lo más Profundo, adelante, hacia lo más Lejano.

¡Canta, canta la canción del Gozo en la Inmortalidad! ¡Respira, respira el hálito de la Conciencia en la Inmortalidad! ¡Vive, vive la vida de la Existencia en la Inmortalidad! ¿Muerte? Tú no debes morir. Porque tu muerte será una gran pérdida para la humanidad y, con mucho, una pérdida mayor para la Divinidad. Lucha, oh cuerpo mío, lucha con la ignorancia hasta el más amargo final. Jamás permitas que la ignorancia te envuelva, tu capa externa. Tus denodados esfuerzos se verán coronados por el éxito.

Oh cuerpo mío, viaja próspero por la Eternidad. Que cada uno de tus años terrenales contenga un trillón de años colmadores.

Dios el Soñador Eterno está soñando a través de ti, contigo. Dios la Realidad Eterna está viviendo para ti, contigo y en ti.

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Antes de la realización, el cuerpo, en virtud de su existencia misma en la tierra, ayuda inconscientemente al alma. Después de la realización, el cuerpo sirve al alma, no sólo conscientemente sino también incondicionalmente.

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Un Yogui no está en el cuerpo; no es del cuerpo. Pero él es para el cuerpo –para la transformación del cuerpo y para la perfección del cuerpo.

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CUERPO Y ALMA

Podemos decir que el cuerpo es un templo. Dentro del templo está el altar, el corazón. Dentro del altar está la deidad, el alma. Ahora, hablemos únicamente del alma y del cuerpo. El cuerpo y el alma son como la casa y su propietario. El alma es el propietario y el cuerpo es la casa. El alma y el cuerpo son complementarios. Sin el alma, sin el propietario, la casa es inservible. El alma trabaja dentro del cuerpo, así como también con el cuerpo, a través del cuerpo y para la conciencia del cuerpo. Asimismo, sin el cuerpo, el alma no tendrá un lugar donde vivir; no podrá manifestar sus cualidades en la Tierra. Cuando el propietario se encuentra allí y el cuerpo está en perfecta condición, entonces el mensaje del alma puede ser revelado y colmado.

Tenemos que saber lo que el alma puede ofrecernos y lo que el cuerpo puede ofrecernos. El alma puede ofrecernos la realización; el cuerpo puede ofrecernos la manifestación. Para su manifestación, el alma necesita del cuerpo. Para su realización, el cuerpo necesita del alma. El cuerpo ofrece su capacidad en el servicio; el alma ofrece su capacidad en la meditación. De esta manera van juntos perfectamente.

La Tierra es el campo de la realización y, al mismo tiempo, el campo de la manifestación. La realización de Dios únicamente puede alcanzarse aquí en la tierra, y no en otras esferas, no en otros mundos o en otros planetas. Los que se preocupan por la realización de Dios tienen que aceptar un cuerpo humano y entrar en este mundo. Asimismo, únicamente sobre la Tierra y a través del cuerpo físico puede el alma manifestar su propia divinidad, que es la Paz infinita, la Luz infinita, la Dicha infinita. El cuerpo necesita del alma; el alma necesita del cuerpo. Para la realización de la Verdad más alta, el cuerpo necesita del alma; para la manifestación de la Verdad más alta y más profunda, el alma necesita del cuerpo.

Si el alma no trata de inspirar e iluminar al cuerpo, el cuerpo permanecerá ciego, ignorante, oscuro e impuro. Y sin la cooperación del cuerpo, el alma permanecerá sin manifestar, casi inservible. A menudo vemos que el alma está clamando por la realización y la manifestación a través del cuerpo, pero el cuerpo no le está respondiendo. Puede que el cuerpo sea físicamente fuerte, pero si no está aspirando por la luz y la verdad interna que el alma puede ofrecerle, entonces el alma no puede colmarse.

El cuerpo y el alma no son inseparables sino complementarios. El alma puede existir sin el cuerpo, aunque no pueda manifestarse. El cuerpo no puede existir más que unas pocas horas sin el alma. Para su  mutua plenitud, cuerpo y alma se necesitan el uno al otro.

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Pregunta: ¿Cuáles son las cualidades predominantes del cuerpo, del vital y de la mente?

Sri Chinmoy: Al físico apagado le gusta permanecer ocioso; la naturaleza misma del físico es estar inactivo. El vital apagado es agresivo; le gusta exhibir su poder. Y la mente apagada, duda y sospecha de todo y de todos.

Si aceptamos la vida espiritual, el cuerpo ha de estar activo. Incluso si al principio corre en la dirección equivocada, al menos debería haber algún movimiento. El cuerpo ha de estar vigoroso, pero no inquieto. De lo contrario, aunque el cuerpo físico en sí no duerma las veinticuatro horas del día, la conciencia corporal estará dormida. Un cuerpo aspirante es un cuerpo activo y vigoroso. Estamos profundamente dormidos cuando no estamos aspirando.

El vital tiene que devenir dinámico en lugar de agresivo; debería intentar energizar e inspirar a los demás, en lugar de intentar controlarlos o destruirlos. Debería decirles: “No malgastéis vuestro precioso tiempo. Levantad y haced algo por vosotros mismos o por la humanidad”.

La mente clara, pura y divina, la mente que está iluminada por la luz del alma, se volverá vasta. Dirá: “Nada puede limitarme; no sospecharé de nadie. No subestimaré a nadie. Al contrario, expandiré mi propia conciencia y ayudaré a los demás a expandir la suya”.

Si practicamos la vida espiritual, obtenemos esta clase de cuerpo activo, de vital dinámico y  de mente iluminada. Si no aceptamos la vida espiritual, tenemos que quedar satisfechos con un cuerpo que está profundamente dormido, un vital que es agresivo y destructivo, y una mente que es limitada, que quiere dudar, criticar y sospechar de sí misma y del mundo.

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FIRMAMENTOS DE VISIÓN


       El cuerpo
Ama ser gobernado por el viento de la emoción.
       El vital
Ama las punzadas del deseo.
       La mente
Ama los confines de lo finito.
       El corazón
Ama estar en la galaxia de los santos.
       El alma
Ama la vida de los cielos de visión sin horizontes.

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TRANSFORMACIÓN, TRASCENDENCIA Y MÁS ALLÁ


       Su cuerpo,
Una imagen de austeridad.
       Su vital,
Una imagen de humildad.
       Su mente,
Una imagen de serenidad.
       Su corazón,
Una imagen de pureza.
       Su alma,
Una imagen de nobleza.
       Su Meta,
Una imagen de Realidad,
       Y él mismo,
       Es la imagen de la transformación de ayer,
           La trascendencia de hoy
                 Y el Más Allá de Perfección de mañana.

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