Sumario - Confía en el jardinero

 

Durante esta segunda semana habrás…

¡No pasa nada!

Hasta ahora probablemente habrás tenido toda una gama de experiencias en tu meditación. Seguro que algunos días—tal vez muchos—sentiste como si no pasara nada. ¿Es esto un problema? No lo es. Sin duda, mientras estás meditando con regularidad, algo está ocurriendo en lo profundo de tu ser, aunque no siempre seas consciente de ello.

Recuerda que hasta ahora has practicado sólo dos semanas; si ya esperabas transportarte a un estado alterado de conciencia, o haber eliminado todas las emociones negativas de tu vida, te sentirás desilusionado. En lugar de desilusionarte, cambia tus expectativas.

“La paz comienza
cuando la expectación termina.”
- Sri Chinmoy  

Confiamos en que también ha habido días en los que has sentido algo. Tal vez sólo fueron dos segundos, pero está bien—esos dos segundos pueden cambiar el día entero. No existe en la práctica un momento mágico a partir del cual se medita siempre perfectamente. Sin embargo, con el tiempo, habrá más y más momentos durante la meditación en los que sentirás que algo está ocurriendo internamente, y estos momentos serán también cada vez más largos.

Confía en Tu Alma

Cada día, cuando meditas, estás alimentando tu alma. Un día determinado, tu alma sabe exactamente qué cantidad y qué clase de alimento necesita para progresar lo más posible. Las experiencias que tienes durante la meditación estarán determinadas por lo que tu alma quiere ese día. Por lo tanto, si durante unos días tienes una determinada experiencia durante la meditación y luego desaparece, eso no significa que estés retrocediendo. Confía en tu alma y date cuenta de que en ese momento está necesitando alguna otra cosa. Si meditas con regularidad y aspiras sinceramente a una conciencia superior, tendrás experiencias que están más allá de tu imaginación.

“Ya que la vida no es otra cosa que
una continua serie de experiencias,
todo me ayuda en última instancia
hacia mi iluminación final.”
- Sri Chinmoy 

Confía en el Jardinero

¿Has mirado alguna vez una planta y has sentido, sin necesidad de tocar ni siquiera la tierra, que la planta estaba pidiendo agua? Cuando ocurrió, ¿cuál fue tu reacción inmediata? Probablemente pensaste, o le dijiste a la planta: “Voy a regarte ahora mismo”. La planta hizo su parte pidiendo el agua, y tu hiciste la tuya colmando su necesidad.

Tú eres como esa planta. Y hay un Jardinero que sembró la semilla de la aspiración muy dentro de ti. Cuando meditas, estás implorando que el Jardinero alimente tu ser interno con la luz del auto-descubrimiento, para que puedas crecer y convertirte en una hermosa flor o un imponente árbol. No intentes forzar tu progreso; tu única responsabilidad es implorar. La responsabilidad del Jardinero es alimentarte. Confía en el Jardinero.

“Dios ha preparado mi comida.
Ahora yo debo preparar mi hambre.”
- Sri Chinmoy