Ejercicios-3

Ejercicios Recomendados

(tiempo de práctica: 10 - 15 min.)

  • La rosa-corazón.
    Por favor, imagina una flor dentro de tu corazón. Supongamos que prefieres la rosa. Imagina una rosa que aún no ha florecido plenamente; todavía es un capullo. Después de meditar dos o tres minutos, intenta imaginarpor favor que la flor se está abriendo pétalo a pétalo. Ve y siente la flor abriéndose pétalo a pétalo dentro de tu corazón. Entonces, después de cinco minutos, intenta sentir que no hay corazón en absoluto; tan sólo hay una flor dentro de ti llamada ‘corazón’. No tienes un corazón, sino sólo una flor. La flor se ha convertido en tu corazón o bien tu corazón se ha convertido en una flor.
    Después de siete u ocho minutos, siente por favor que esta flor-corazón ha cubierto tu cuerpo entero. Tu cuerpo ya no está ahí; de la cabeza a los pies puedes sentir la fragancia de la rosa. Si miras a tus pies, experimentasinmediatamente la fragancia de una rosa. Si miras a tu rodilla, experimentas la fragancia de una rosa. Si miras a tu mano, experimentas la fragancia de una rosa. En todas partes, la belleza, la fragancia y la pureza de la rosa han permeado tu cuerpo entero. Cuando sientes desde tu cabeza hasta tus pies que te has convertido sólo en la belleza, la fragancia, la pureza y el deleite de la rosa, entonces estás listo para ponerte a los Pies de tu Amado Supremo.


  • La inmensidad del cielo.
    Mantén los ojos entreabiertos e imagina el vasto cielo. Al principio intenta sentir que el cielo está enfrente de ti; más tarde trata de sentir que eres tan vasto como el cielo o que tú mismo eres el vasto cielo.
    Unos minutos después cierra por favor los ojos e intenta ver y sentir el cielo dentro de tu corazón. Siente que tú eres el corazón universal y que dentro de ti está el cielo en que has meditado y con el cual te has identificado. Tu corazón espiritual es infinitamente más vasto que el cielo, así que puedes albergar fácilmente el cielo dentro de ti.


  • Mi amigo-corazón.
    De la misma manera que puedes concentrarte en la punta de un dedo, en una vela o en cualquier otro objeto material, también puedes concentrarte en tu corazón. Puedes cerrar los ojos o mirar a la pared, pero todo el tiempo estás pensando en tu corazón como un amigo querido. Cuando este pensamiento se hace muy intenso, cuando absorbe toda tu atención, entonces has ido más allá del pensar ordinario y entrado en la concentración. No puedes mirar físicamente a tu corazón espiritual, pero puedes concentrar toda tu atención en él. Entonces, poco a poco, el poder de tu concentración entra en el corazón y te lleva completamente fuera del dominio de la mente.
    Si no tienes pureza en abundancia, si numerosos deseos terrenales están en posesión del corazón, entonces deberías invocar la pureza antes de concentrarte en el corazón. La pureza es el sentimiento de tener un altar viviente en lo más íntimo de tu corazón. Cuando sientes la presencia divina de un altar interno, automáticamente estás purificado. En ese momento tu concentración en el corazón será sumamente efectiva.


  • El jardín de flores.
    Cuando empieces a meditar, siente que eres un niño que está en un jardín florido. Este jardín florido es tu corazón. Un niño puede jugar en un jardín durante horas. Va de una flor a otra, pero no abandona el jardín, porque recibe alegría de la belleza y la fragancia de cada flor. Siente que hay un jardín dentro de ti y que puedes permanecer allí todo el tiempo que quieras. De esta manera puedes aprender a meditar en el corazón.

 
  • Comienza la práctica con un ejercicio respiratorio de la Semana 1 y un ejercicio de concentración de la Semana 2 para centrarte y enfocarte.

  • A continuación, practica los siguientes ejercicios; uno cada vez. Mientras haces esta visualización, te puede servir de ayuda colocar los dedos juntos de la mano derecha en el centro del pecho, donde se ubica el corazón espiritual—tu centro del corazón.  

  • Anota tus experiencias en el diario

Si quieres descubrir tu vida interna,
has de caminar por el sendero del corazón,
donde hay Amor universal, Paz universal
y Luz y Deleite universal.
- Sri Chinmoy